Te acuerdas de esa flor?

Pues no, la verdad es que no. Pero qué más dá? Si es importante para ti al cabo de 15 años, es importante para mi!

Qué más da que todos tengamos los mismos recuerdos? Lo qué importa es qué los tengamos.
Cada uno se acuerda de como nos hemos marcado, como si fuéramos tan sencillamente vacas de un mismo tiempo y un mismo dueño.
Se han pasado 15 diablos años, toda una vida de amistades, nuevas y viejas, de matrimonios, de hijos, de divorcios, de muertes y vidas transcurridas y qué sé yo de ti?!
Pues conozco tu carácter íntimamente, lo qué hay de bueno y lo de qué hay de malo, pues aunque no me creas, sigues siendo el mismo. 
Sigo pudiendo reconocer tu risa de felicidad, tus momentos de tristeza,  reconocer lo cuanto has evolucionado y madurado, más aún, puedo leer tu alma.
Como me lo sé? 
Porque cuando comí en tu casa vi el cariño qué ponías en esa comida única.
Porque cuando íbamos al Tio Molónio los domingos y nos reuníamos como una familia, algo me transmitías, aunque fuera la soledad.
Porque cuando nos enamorábamos éramos esencia pura, igual qué cuando amparé tus lágrimas cuando te desilusionabas.
Porque las emociones estaban constantemente a la flor de la piel, y me las sé de memoria.
Me las sé todas? Tio, pero se han pasado 15 diablos años!!! Por supuesto qué NO!
Pero sé las suficientes para entenderte y leerte cuando pasas el umbral de mi puerta y me abrazas.
Como si en el entonces, fué ayer.

Deixar uma resposta